Patricia Ramírez: Así lideras así compites

Desde pequeña, Patricia Ramírez @Patri_Psicologa competía en gimnasia deportiva
Antes de iniciar el ejercicio en el tatami y que la música sonara, le temblaban las piernas
Pero se concentraba y encaraba la competición con ambición, competitividad y optimismo
Hoy en día es psicóloga deportiva, su gran ilusión, hecha realidad

MONEDA ÚNICA, abril, 2015

Patricia ¿así lideras así compites?
Sí, la forma en cómo gestionas a tu equipo de trabajo influye en la relación que se establece con ellos, y esta relación condiciona los resultados.

¿Cuánto hay de colaboración en el deporte, en la vida y en la empresa?
En la empresa, poca. Colaboración hay más bien poca, no porque las personas no tengamos valores y no seamos altruistas, sino porque no se nos educa para ello. 
El sistema escolar y el universitario son sistemas resultadistas e individualistas. Se valoran las notas de los exámenes y en función de ellas, te califican como más o menos válido. 
Las personas se esfuerzan por sacar la mejor nota y nada más. Pero no se valora el trabajo en equipo, la cooperación, generosidad y compañerismo. 
Ahora se intenta introducir este tipo de valores, pero se sigue midiendo de la misma manera.
En el deporte y en la vida creo que hay mucha más colaboración. No hay más que ver cómo nos volcamos todos cuando súrgela necesidad. 
El pueblo español solidario y generoso y cooperar y colabora cuando interpreta que se necesita. En un partido de fútbol necesitas la colaboración de los otros diez para poder hacer tu juego. Desde pequeños se les entrena para que sepan respetar el objetivo grupal por encima delas individualidades.

¿La clave de todo es la confianza?
La confianza es vital para que tu equipo te siga. Un líder tiene que tener seguidores, no subordinados. Personas que confíen en él, a las que les llegue un mensaje coherente.

¿Qué papel desempeña en las organizaciones los códigos de conducta y de valores?
Para mí son vitales. Lo primero que yo hago en la pretemporada con un equipo es definir nuestro propio código de conducta, al margen del que define el propio club. 
En el momento en el que los jugadores participan y deciden que se puede tolerar y que no, aumenta la probabilidad de cumplirlo. Sentirte partícipe de este tipo de decisiones genera un compromiso mayor.

Pero es cierto que la presión del corto plazo es a veces muy difícil de soportar…
Sí, pero centrarte en esa presión y en los resultados tampoco te ayuda a conseguirlo. Lo que sí está demostrado es que seguir disfrutando y apasionarte con lo que haces tiene una relación directa sobre la eficacia y el rendimiento. 
En España tenemos infravalorado el humor y el divertimento en el trabajo, y con ello ninguneamos una baza que genera creatividad, un estado de relajación y la capacidad de ser mucho más eficaz.

En tu último libro, dices que necesitamos seguidores, no subordinados. Imagino que no te refieres solo a Twitter
(Risas) No, no... Bueno, que te sigan en Twitter ya es una buena señal. 
La idea de tener seguidores hace referencia a que es importante que la gente que está debajo de ti, haga lo que tiene que hacer porque crea en ello, no porque sea una obligación. 
Podemos liderar con autoritarismo, con el aquí mando yo o conseguir genera un clima de confianza y sinergia en el que las personas se entusiasmen con un proyecto, se sientan motivadas, tengan autonomía y crean en lo que están haciendo. Esto sería lo ideal.

También planteas muchos detallados ejercicios prácticos que los lectores pueden realizar…
Sí. Como psicóloga creo que debemos compartir el CÓMO más que el QUÉ. Los conceptos teóricos están genial, y dan fundamento y rigor científico a lo que escribes, pero si no compartimos las dinámicas, los ejercicios prácticos, las personas que lean el libro se preguntarán, “vale, generar confianza en los tuyos o comunicar de forma clara está muy bien, ¿pero qué puedo hacer para cambiar yo?” Yo he tratado de compartir lo que a mí me ha servido en mi trabajo.

Michael Jordan decía que el siempre salía a la cancha pensando que era el mejor… hasta que alguien le demostraba lo contrario…
Ese es el espíritu competitivo sano. Confiar en ti, en tus recursos, verte capaz y esforzarte para conseguirlo. Y si te tienen que ganar que sea porque alguien te supera, no porque tú no estuvieras a la altura de tu talento. Muchas personas tienen un talento enorme para hacer algo. Pero se autolimitan. No les falta talento, solo necesitan creer que son buenos y capaces, y trabajar para demostrarlo.

Cada capítulo concluye con una reflexión de Óscar García, ex jugador del FC Barcelona y del RCD Español y entrenador profesional…
La aportación de Óscar es genial. 
Es el punto de vista de quién ha vivido la situación desde el punto de vista del jugador y desde el punto de vista del entrenador. 
Tenemos un concepto sobre el liderazgo similar, y me encanta como ilustra mis ideas y ejercicios con sus reflexiones y experiencias reales.