Goya y otros autores de cómic aragoneses

Estimado lector, seguro que si le pregunto por escritores aragoneses me podrá decir alguno.
Entre los históricos: Baltasar Gracián, Ramón J. Sender, Jerónimo Zurita…
Entre los actuales: Labordeta, Lorenzo Mediano, Ángeles de Irisarri...
Lo mismo sucederá con directores de cine de nuestra región: Buñuel, Carlos Saura, José Luis Borao...
Pero, ¿y si les pregunto por autores de cómics nacidos en Aragón?
¿Cómo?
¿Ninguno?
Seguro que uno por lo menos sí que reconocen: Francisco de Goya y Lucientes (Fuendetodos, 1746 – Burdeos, 1828).

En 1806 el maestro realizó una serie de aleluyas -pinturas acompañadas por rimas alusivas al suceso en cuestión- en los que relataba la captura del bandido Pedro "Maragato" Piñero por el fraile limosnero Pedro de Zaldivia.
Estos 6 óleos sobre tablas de 29,2 por 38,5 centímetros cada uno se convierte en claro precedente del cómic. La anécdota: dos siglos después Moratha (Daroca, 1970) publica un cómic sobre Goya en formato digital y disponible en Android, iPhone y PC/Mac/linuxun (Editorial Saure, 2010).

Aragón ha sido, es y será tierra de tebeos.
Sin embargo, pocos más autores aragoneses vienen a la cabeza de aquellos no aficionados al cómic (del público en general, podríamos decir) ya que -como en el caso del de Fuendetodos- tuvieron que marcharse a otros lugares para ejercer su arte.
Es el caso de Regino Bernad (Zaragoza, 1902 – Francia, 1972), que emigra a Francia en 1924 para dibujar en revistas como Le rire o Frou-Frou hasta que en 1951 ficha por el periódico France-Soir que le encarga la tira de prensa Balaoo así como la que sería su gran éxito: Cheri-Bibi, basada en la novela de Gaston Alfred Louis Leroux (París, 1868 – Niza, 1927).
La obra de Bernad es totalmente desconocida en España hasta que Raúl Minchinela y Óscar Senar repararon en ella gracias a una reseña en el álbum Astérix y Cleopatra (Pilote, 1965) de Albert Goscinny (París, 1926– m. íbidem 1977) y Rene Uderzo (Fismes, Francia, 1927) lo que da muestras del cariño y consideración que sí se le tenía en el país vecino.

O Juan García Iranzo (Muniesa, 1918 - Barcelona, 1998), referencia del tebeo español de la posguerra, maestro de maestros (Carlos Giménez le venera) y autor de series como El capitán Coraje (Toray, 1944), Rayo Kit (Toray, 1949), El Capitán Veneno (revista Trampolín, 1951), Dick Relámpago, el rey de la pradera (Toray, 1960) pero sobre todo El Cachorro (Bruguera, 1951).
Su obra se caracteriza por un exquisito barroquismo con viñetas atestadas de personajes en acción, con delicioso gusto por el detalle y por singulares enfoques y situaciones que se repiten tebeo tras tebeo (dramáticas persecuciones, zambullidas en el agua, agónicas luchas,…) creando en el lector una sensación de déjà vu que le permite involucrarse en la historia y adoptar la perspectiva del héroe.
Tebeos que destilan toneladas de nostalgia. A excepción de pequeñas reseñas en su Muniesa natal tampoco ha tenido en Aragón el reconocimiento que se merece.

Fernando de Felipe
(Zaragoza, 1965) fue uno de los grandes autores de cómic de España en la década de los noventa y uno de los más internacionales publicando además de en nuestro país en Francia, Italia, Alemania, Suecia, Argentina, Chile, Brasil y Estados Unidos.
Es creador de obras imprescindibles como Nacido Salvaje (Totem, Toutain, 1989), S.O.U.L (Zona 84, Toutain, 1991), El hombre que ríe (Toutain, 1992 / Glénat, 1999.), Marketing & Utopía, Made in Usa (Zinco, 1993 / Glénat, 1998)…
No sorprende que fuera galardonado con el premio a la Mejor Obra del Año en el 13º Salón del Cómic de Barcelona en 1995 por Museum (Zinco, 1994 / Glénat, 1997) y Nominado al premio ALPH-ART du Meilleur Album Etranger en el 24è Festival International de la Bande Dessinee D’Angouleme en 1997 también por dicha obra.
En la actualidad ha abandonado el cómic como actividad profesional y ejerce como profesor titular de Historia del Cine en la Facultad de Ciencias de la Comunicación Blanquerna de la Universidad Ramón Llull de Barcelona.

Carlos Ezquerra (Zaragoza, 1947) marcha a Londres en los años setenta y en la actualidad reside en Málaga. El creador del Juez Dredd, el personaje insignia de la mítica revista inglesa AD 2000 por la que han pasado autores como Alan Moore, Dave Gibbons o Brian Bolland, es un mito en el mercado anglosajón del cómic.
Esperemos que la interpretación de Karl Urban del Juez de Megacity en la nueva versión cinematográfica mejore la de Sylvester Stallone de 1995 (por lo menos que no se quite el casco) y vuelva a poner de actualidad la figura de Carlos.

Un caso curioso es el del zaragozano Enrique Forner, un extraordinario dibujante de cómics, fallecido en 2008 con una ingente producción de tebeos, tiras, pin-ups, caricaturas, etc. desde los años 40 y que nunca fueron publicados.
Aunque en este caso fue el propio Forner quien no propició esta dedicación ya que su deseo siempre fue no comprometerse en el dibujo como profesional si no sólo como pasatiempo.
Este autor fue descubierto en 2008 por Marcos J. Wander, líder carismático de la Asociación Malavida.

Nuestra región parece adolecer del espíritu empresarial y emprendedor de otras zonas de España.
Por eso se entiende que a pesar de la calidad de nuestros dibujantes no aparecieran en su día editoriales capaces de canalizar todo este talento, como fueron los casos de Editorial Valenciana o Bruguera en Valencia y Barcelona respectivamente.
Quizás también porque la propia sociedad aragonesa no haya considerado al cómic como una alternativa a su ocio, muchos de nuestros autores permanecen en el olvido.
En un taller impartido en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo este verano, el director de animación y doble ganador de un Goya, Carlos Varela, lamentaba que "los grandes sectores de opinión en España nunca hayan considerado el cómic como algo respetable".
Mal de muchos,…

Publicado en ARAGONDIGITAL.COM