¿Hay algo que valga la pena? Artículo de PETER EAVIS en The Wall Street Journal Europe

"La frase podría parecer sacada del Eclesiastés o ser el título de un nuevo estudio filosófico.
Sin embargo, en este momento, resulta una pregunta muy válida para cualquier inversor.
Calibrar el verdadero valor de las acciones, los bonos o los activos del sector inmobiliario es tremendamente difícil en un momento en el que los precios dependen tanto de las acciones, o de lo que se percibe como la pasividad de Gobiernos y bancos centrales.
La incertidumbre está en todas partes.
La semana pasada, las acciones de Sears Holdings se desmoronaron después de conocer los decepcionantes datos del segundo trimestre.
Según los analistas, los programas de estímulos estatales destinados a fomentar las ventas de frigoríficos que consumen poca energía o de lavadoras no han servido para incrementar las ventas de Sears.
A mayor escala, tomemos como ejemplo los bonos del Tesoro a diez años, referencia del precio de tantos otros valores.
Aunque la política monetaria de la Fed siempre ha repercutido en los bonos del Gobierno, sus decisiones tienen mucha más influencia cuando el futuro de la economía depende de los estímulos monetarios.
Hace algo más de un mes, el presidente de la Fed, Ben Bernanke, aseguró que las perspectivas económicas eran "excepcionalmente inciertas” Desde entonces, los bonos a diez años han experimentado un repunte.
Crecen las especulaciones sobre la posibilidad de que la Fed siga comprando más activos para incrementar su balance.
No obstante, eso sólo incrementaría su presencia en los principales mercados de activos, contribuyendo a su desajuste.
Se supone que habrá un final feliz, ya que los estímulos fiscales y monetarios están destinados a que la economía privada sea autosuficiente. No obstante, también es probable que el gobierno siga atrincherado.
Las entidades que dependen de éste seguramente respalden el 90% de las nuevas hipotecas en un futuro previsible.
Y, si, milagrosamente, ese nivel de respaldo volviera a los niveles de antes de la crisis, seguiría siendo enorme.
De 1990 a 2006, el 54% de todas las nuevas hipotecas contaban con garantías de los contribuyentes, según datos de Inside Mortgage Finance. A algunos les consolará saber que habría sido una buena opción comprar acciones en 2002, cuando había dudas sobre la economía y se presionaba a la Fed para que tomara más medidas. El S&P 500 creció un 67% desde 2002 a finales de 2007.
Eso pone de manifiesto que elegir el momento adecuado lo es todo.
Y aún más en los mercados que están a merced de las agresivas medidas del Gobierno.
Los ganadores de hoy serán, como es lógico, los que se adelanten a los movimientos de la Fed. Parafraseando a Oscar Wilde, en este momento, los inversores conocen el precio de todo, pero no saben el valor de nada".

Texto: PETER EAVIS
Lee el artículo original publicado en The Wall Street Journal Europe Government Clouds Value of Investments
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