Cuando Daredevil se fue de Nueva York

El verano de 1989, Cómics Fórum (Planeta DeAgostini) puso en marcha en España tres títulos de calidad: 'Lobezno', la serie regular en la que el guionista Chris Claremont (La patrulla X) junto dibujante John Buscema ('Conan') diseñó la vida paralela del carismático mutante lejos de sus compañeros de La patrulla X, 'Inferno', la macrosaga protagonizada por los mutantes en la que se vieron implicados buena parte de los personajes del universo Marvel, y 'Daredevil', de la guionista Ann Nocenti y el dibujante John Romita Jr. A partir de entonces y en los meses sucesivos el aficionado empezó a disfrutar de una de las etapas más brillantes del diablo ciego. El tándem creativo Nocenti-Romita empieza a funcionar en el número 250 americano de 'Daredevil' y está activo, de forma casi continua, durante más de dos años. Estas historias se pueden agrupar en dos periodos: el neoyorquino y el itinerante. Recientemente, Marvel Comics ha recuperado en Estados Unidos el arranque y buena parte del segundo en fomato trade paperback con el título 'Lone Stranger'. El tomo incluye desde el número 265 hasta el 273 de la edición americana. Tiene 216 páginas a color, en papel de calidad, encuadernadas en tapa blanda. 'Lone Stranger' cuenta cómo después de perder a su novia Karen y la oficina de asesoría legal en La Cocina del Infierno, el deprimido barrio de Nueva York que le vio nacer, nada retiene a Matt Murdock/Daredevil en su ciudad salvo unas incontrolables ganas de vengarse de Kingpin, el señor del hampa, y sus lacayos. Harto de encajar golpes toma un tren en dirección norte, a cualquier parte, y pone tierra de por medio. Antes de Daredevil, el trazo de Romita ya había empezado a liberarse del realismo de sus comienzos. Sin llegar al grado de estilización de sorprendentes trabajos posteriores como 'Thor', junto al entintador Klaus Janson, seguía siendo redondo, aunque empezaba a afilarse. La fuerza y la elegancia del dibujo de este periodo deslumbran. Nocenti supo dar un difícil punto de equilibrio a sus guiones, entre la aventuras del superhéroe Daredevil y el día a día del abogado Matt Murdock que añaden profundidad a los personajes y alejan estos cómics de las pobres historias de intercambio de golpes de algunos comic books. Además, introduce secundarios memorables como el niño obsesionado con el holocausto atómico que vive en un sótano almacenando víveres para sobrevivir al invierno nuclear.
Texto: Miguel Nuño para El Mundo