Superhéroes

Zaragoza cuenta con siete librerías especializadas en cómic y algunas de ellas llevan hasta veinte años abiertas, aunque ha sido este último el más difícil, ya que en una época de crisis lo primero que se deja de comprar es un producto 'de vicio'. Repartidas por toda la ciudad, desde el centro hasta el barrio Delicias, estas librerías se caracterizan por ser establecimientos repletos de estanterías cargadas de miles de volúmenes en los que se pueden encontrar desde superhéroes a personajes históricos o animales "muy listos" que alguien ha llevado a una viñeta. La única manera que tienen las librerías de sobrevivir a esta crisis económica mundial es el ingenio, el suyo propio, adaptándose a las nuevas tecnologías, y el de los cientos de dibujantes y guionistas que plasman historias irrepetibles en viñetas y encierran sus textos en 'bocadillos' de toda la vida. El cómic siempre ha tenido adeptos incondicionales, minoría en esta sociedad de 'bestsellers', pero en los últimos años el tebeo "está en auge", ya que "cada vez se publica más" y llegan fácilmente a sus seguidores a través de Internet, explica el dueño de la librería Taj Mahal, Enrique Fernández. Además de darlos a conocer, Internet ha permitido a este tipo de establecimientos abrir mercado y aumentar el número de clientes, que se reparten por toda la geografía española, algo muy positivo en un año como este en el que se "controla un poquito más lo que gasta", según Fernández. Pero al mercado del cómic también le ha hecho "un gran favor" la meca del cine, Hollywood, rindiéndose a los taquilleros superhéroes. Pedro Abad, dueño de Nostromo Cómics, considera que el cómic ha ganado numerosos lectores con estas superproducciones americanas, y también ha hecho que muchos de los que leían tebeos cuando eran niños o adolescentes hayan recuperado "el gusanillo" por las películas. Lo que más se vende, sin duda, es el cómic americano, como Batman, Spiderman o Superman, pero el manga, que representa un 30% de lo que se edita en España, "está pegando fuerte", sobre todo entre el público joven y femenino. Respecto al cómic español y aragonés, Abad insiste en que hay muchos y muy buenos ilustradores, guionistas y dibujantes, pero "aquí no se comen las lentejas" y no son reconocidos hasta que no se trasladan a EE. UU. o Francia y triunfan allí. "No hay una industria que les apoye", lamenta. Es el caso de José Antonio Benal, que cada semana publica en 'El Jueves', o de Jesús Saiz y Fernando Blanco, que dibujan para las editoriales Marvel o DC, ambas "un referente", según Abad. Por su parte, el dueño de la librería The Phantom, Iñaki Beitia, destaca el trabajo de Luis Royo, un zaragozano que lleva toda la vida trabajando "con éxito aquí y fuera" y ya ha editado 18 ó 20 libros. Las editoriales apuetan ahora por las recopilaciones, tomos con los que se busca "la excelencia", pero su precio sube hasta los 35 o 50 euros y a veces el cliente "tiene que seleccionar" y le cuesta gastarse todo ese dinero en un mismo mes. Sobre la revalorización de este producto, Fernández dice que una colección original de Capitán Trueno puede costar 12.000 euros, pero "nada que ver" con lo que ocurre en el mercado norteamericano, donde un número uno de 'Detective Cómics', primera aparición de Batman, supera los 210.000 euros.
Texto: Efe para Heraldo de Aragón.